¿Diseño o dictado? La estética como acto de rebeldía femenina

Siempre me preguntan por qué diseño desde el ciclo menstrual, por qué pido la carta astral, por qué hablo de deseo, sangre o envejecimiento en un contexto de moda. La respuesta es simple: porque nadie más lo hace. Y porque necesitamos empezar a vestirnos con verdad.

Durante siglos, el diseño ha estado al servicio de una estética ajena. Se nos enseñó a cubrir, disimular, encajar. Las mujeres aprendimos a modelar nuestros cuerpos y decisiones para gustar, para pertenecer. Pero… ¿y si el cuerpo fuera el que dicta la forma? ¿Y si cada fase hormonal, cada emoción cíclica y cada herida pudiera transformarse en arte visible?

Eclipse nace como respuesta a ese silencio. No vendo ropa. Creo vestigios de una identidad que muchas mujeres ni sabían que podían habitar. Diseño para el sangrado, para la ira, para el deseo sexual, para la intuición, para la ruptura. Y eso incomoda. Porque hablar de cuerpo, energía femenina, procesos internos o astrología en el mundo del diseño sigue siendo tabú.

Esta nota, más que una exposición, es una invitación a cuestionar. ¿A quién le sirve una moda que uniforma y no transforma? ¿Por qué el dolor, el ciclo o el placer no son considerados parte del proceso creativo? ¿Cuántas veces te vestiste para ocultar algo que sentías?

Diseñar con propósito, con mística y con escucha del cuerpo es ir contra un sistema que sólo quiere producción rápida y cuerpos dóciles. Por eso Eclipse no es para todos. Es para quienes están listos para verse. Para encarnar su verdad.

Este trabajo no es tendencia. Es necesidad. Es memoria que se teje. Es vestuario que respira. Es identidad estética que no decora, sino que revela.

Y sí, tal vez no guste a todos. Pero si remueve, si incomoda, si despierta… entonces es arte.

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