Mandorla Alfajores: sabor a tradición y familia

Mandorla nació hace apenas cuatro años, en la cocina de mi casa, como respuesta a un momento de necesidad económica. En 2021, mi carrera profesional no alcanzaba para cubrir los gastos del mes, fue entonces cuando decidí volver al origen: el placer de cocinar.

Hace 38 años, mis padres fundaron El Rey Ñocco, una fábrica de pastas en Mar del Plata. Gracias a ese emprendimiento, pude estudiar y graduarme. Me crié entre aromas de comida casera, recetas y discusiones sobre “quién cocina más rico”. La cocina y el buen sabor siempre fueron el corazón de grandes momentos.

Comencé haciendo budines, tartaletas y brownies. Pero un día, llegó el primer alfajor. Desde entonces, Mandorla encontró su identidad en ese producto emblemático de nuestra ciudad. Aposté todo a ese sabor que nació con forma de antojo y hoy se ofrece en 12 variedades, cada una con su personalidad.

Desde los inicios, me encargué de todo: producción, diseño y logística. Las primeras tapas las amasaba con palo de madera, y aunque no eran perfectas, se convirtieron en un pilar importante ya quelas mismas logran hacer la diferencia en cada alfajor.

Con esfuerzo y reinversión, llegó la primera bañadora, y con ella, la posibilidad de incorporar alfajores en nuevos eventos, hacer envíos a distintos puntos del país y, lo más importante, crecer sin perder la esencia.

Y si bien Mandorla es un proyecto personal, nada hubiera sido posible sin el apoyo incondicional de mi familia y de los amigos. Fueron ellos quienes, en medio del caos gastronómico, pusieron manos a la masa, armaron cajas, promocionaban la marca y probaron una y otra vez hasta encontrar el equilibrio perfecto. En los momentos de mayor exigencia, la energía colectiva fue clave para seguir adelante.

Hoy Mandorla Alfajores sigue siendo un emprendimiento 100% artesanal: elaboramos nuestras tapas y también cada uno de los rellenos, con ingredientes seleccionados y mucho cuidado por el detalle. El secreto está en mantener el espíritu casero incluso cuando se piensa en grande.

Gracias a esa red de afectos y a los clientes que nos eligen cada día, Mandorla sigue creciendo. El sueño ahora es llevar ese sabor a nuevos puntos de venta y cruzar fronteras, manteniendo siempre nuestra misión: ofrecer un producto artesanal, de calidad, y que provoque una sonrisa en cada bocado.

Te invito a seguirnos en INSTAGRAM @mandorla_alfajores.

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